Dónde comprar el viaje: http:\\www.dominicanatours.com
Con quién bucear: Sólo he buceado con 'Playa Dive Center' (Pepe y Vicente) y no he podido comparar, pero lo recomiendo vivamente porque mi experiencia fue muy posiva: hacen el tipo de buceo que a ti te apetece (más cenotes, o más mar, más tek, o más tranqui...), te contagian de su pasión por el buceo y por pasarlo bien, comparten contigo experiencias gastronómicas inolvidables, te ayudan en lo que pueden tanto en lo relativo al buceo como en lo ajeno a él, son encantadores y, sobre todo, son divertidos, muy divertidos.
Hoteles recomendados: se trata de buscar un equilibrio entre precio y comodidad. Hay muchos hoteles en la carretera al norte (hacia Cancún) y al sur (hacia Tulum) de Playa del Carmen, pero por muy lujosos que sean, están muy lejos de todo, y posiblemente Pepe y Vicente no puedan pasar a recogeros a diario. Yo recomiendo elegir un hotel de los ubicados en la urbanización Playacar, que está literalmente pegada a Playa del Carmen por el sur. La cadena Riu tiene varios hoteles allí, siendo las mejores opciones el 'Riu Playacar' (1a línea de playa) y el 'Riu Tequila' (2a línea). El Riu Lupita queda muy alejado de la playa, y otros Riu ya son mucho más caros.
En qué época: Hay dos temporadas especiales para ir a Playa del Carmen, en las que además de lo relatado en la crónica, se puede bucear con tiburones toro y con tiburones ballena: de mediados de noviembre a mediados de febrero es la temporada ideal para los tiburones toro, y de principios de junio a finales de agosto para el tiburón ballena en Holbox.
Qué visitar: Por las tardes después de bucear no queda tiempo para realizar ninguna excursión, sólo para darse una vuelta por Playa del Carmen. Por lo tanto, deberás renunciar a un día de buceo si pretendes conocer algo más que buzos y peces. Y si tu vuelo de vuelta sale por la tarde, también podrás hacer una escapada cercana el último día.
Hay parques acuáticos (como Xel-Ha), deportes de aventura, excursiones en quad, visitas a ruinas Mayas, etc; aquí interviene el gusto de cada uno. Mi recomendación es ir un día a Chichén-Itzá y Cobá (en coche de alquiler), y la mañana del último día a Tulum (cogiendo en la carretera una 'van' de las que dan el servicio de línea). Las tres son antiguas ciudades Mayas que bien merecen una visita. En cualquier caso, yo huiría de las excursiones organizadas, porque son muy caras y se pierde mucho tiempo recogiendo y dejando gente en los hoteles y parando en sitios establecidos para comprar souvenirs.
Electricidad: 120 v. enchufe plano. El voltaje no suele ser problema, pues los alimentadores eléctricos de cámaras, móviles, ordenadores portátiles, afeitadoras, cargadores de baterías, etc, funcionan con cualquier tensión (mirar la pegatina en el propio alimentador). Llevar adaptador de enchufe europeo al plano americano.
Moneda: Peso, representado así: $. Notad que tiene una sola barra vertical (el dólar tiene 2). 1 euro = 16 pesos (aprox). El mejor cambio lo dan los bancos, pero el de hoteles y casas de cambio no suele ser malo; el peor cambio en el aeropuerto de Cancún. Lo mejor es sacar dinero de un cajero con nuestra tarjeta de débito (sólo nos cargarán 3 euros como máximo). Se puede pagar eu dólares y en euros, pero el euro lo cambian carísimo.
Buceo en cenotes: Los cenotes son ensanchamientos de complejas redes fluviales subterráneas de origen kárstico, formados durante las épocas de bajada del nivel del mar en el Pleistoceno. Actualmente inundados, podemos observar en su interior estalactitas y estalagmitas, vestigios de las épocas en las que no los estaban. En los que nosotros buceamos, se ha producido el desplome del techo, y hay acceso (más o menos cómodo) desde el exterior. El buceo en cenotes es algo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados la mayoría de los buzos. Aquí no se trata tanto de lo que ves, sino de las sensaciones que te invaden con lo que contemplas. Es difícil de explicar: sólo tus pensamientos y el sonido de tus burbujas te acompañan porque, aunque no estás ahí solo, nada distrae tu mente, salvo la atención debida a los parámetros de la inmersión y al compañero. Te abstraes, y parece no existir siquiera el agua inmaterial que inexplicablemente te sostiene, y que sólo aparece para permitir el ascenso de las burbujas. Y tus burbujas van quedando atrapadas en el techo, al igual que tus pensamientos quedan allá dentro, como congelados, y de cuando en cuando, al igual que aquellas, rebosan y escapan a borbotones… El buceo en cenotes es algo que hay que experimentar, y sólo allí se puede, así que recomiendo hacer el máximo posible de buceo en ellos y, si acaso, un día en Cozumel y otro en Playa del Carmen.
NOTA: La inmensa mayoría de las fotos (por no decir la práctica totalidad) fueron realizadas por mi mujer, Linda. Así que los méritos de las mismas son de ella, y la culpa de las faltas de ortografía, mía.
sábado, 22 de marzo de 2008
miércoles, 19 de marzo de 2008
5° día: Cenotes Angelita y Taj-Mahal
Cenotes 'Angelita' y 'Taj Mahal': en ambos tenemos la inmensa fortuna de estar completamente solos. Angelita es una inmersión peculiar: se trata de un cenote de boca ancha y totalmente circular, que se va ensanchando ligeramente con la profundidad. A unos 24 metros hay algo parecido a un fondo de... ¿fango?, y un montículo de troncos y ramas, como una isla en medio de ese fondo. No sé, aquí hay algo raro... Conforme nos acercamos a ese fondo se va desdibujando, y toma la apariencia de un mar de nubes parduzcas: se trata de una capa de ácido sulfhídrico (creo recordar) de unos 2 metros de espesor proveniente de la descomposición de la materia orgánica que cae al cenote. Tras deshinchar el chaleco (para vencer la mayor densidad de lo que encontraremos ahí abajo) seguimos descendiendo y atravesamos la capa de ácido (visibilidad 1 m), y encontramos una bolsa de agua salada (nuevamente de mayor densidad) bastante oscura, ya que la nube que acabamos de atravesar deja pasar poca luz. Cuando nuestras pupilas se acomodan, encontramos un paisaje en blanco y negro, donde alguien ha robado el blanco…. Es decir, en negro y grises oscuros; según Vicente, una estética ‘Tim Burton’. Vemos la continuación del montículo ensanchándose con la profundidad, recubierto de troncos y ramas, y un techo nebuloso color pardo-verdoso que se abre y se cierra al paso de nuestras burbujas. Las paredes cilíndricas que delimitan el cenote sólo se ven si te acercas lo suficiente.
Se siente una gran placidez fruto del entorno y del nitrógeno; hemos superado los 40 metros, y no podemos llevar nuestros relojes más allá de donde la prudencia aconseja, así que nos despedimos del negro escenario y comenzamos una planificada ascensión. Para no quedar cautivos entre las dos masas de agua, dulce y salada,inflamos un poco nuestros chalecos y atravesamos de nuevo el ácido, viendo al compañero desaparecer y luego emerger al otro lado como del mismísimo averno, de un mundo de oscuridad de nuevo a la vida. Seguimos ascendiendo, hasta encontrar a 14 metros de profundidad dos oquedades en la pared que conforman la entrada y salida de un tunel. Tal y como nos dijo Vicente en el briefing, entramos por la de la izquierda, y tras un recorrido de no más de 10 metros aparecemos por la otra en lo que parece un balcón surrealista: de la parte superior cuelga un árbol boca abajo, y al asomarnos vemos el fondo nebuloso y el montículo que emerge, como un espectro, de lo profundo. Continuamos ascendiendo lentamente, describiendo círculos junto a la pared del cenote. En mi ordenador tengo programado un factor de seguridad adicional, que me marca una deco de 14 minutos, y Sara, tras dejar a Maite en superficie, nos acompaña en la larga espera (¡gracias, guapa!).
Cuando estamos añadiendo la parada de seguridad, Vicente me pregunta si he visto las almejas. ¿Almejas en un cenote? Este tío flipa, y no hemos bajado tanto…. Vale, ya entiendo, eso que me señala no se parece tanto a una 'almeja' sino a un 'cocodrilo'... Ahora pillo la seña... Es impresionante ver un cocodrilo desde el agua (mas aún si esperabas ver una almeja), 1 metro sobre tu cabeza... Lástima que por miedo a inundación Linda no ha bajado la cámara, porque hubiera sido un punto hacerle una foto desde esa perspectiva. Aunque no era grande, sin duda algún día lo será, así que los que no hayáis estado en el 'Angelita' y estéis pensando en ir, daros prisa...
Desmontamos equipos un poco en silencio, asimilando todavía aquello que hemos visto, y encontramos las pastillas de plomo ennegrecidas, completamente atacadas por el ácido.
Camino de 'Taj Mahal' paramos en Tulum a comernos unos tacos buenísimos. Durante el briefing, tras lo sucedido el día anterior en el cenote 'Dos Ojos', Vicente nos explica que cuando te deslumbran es costumbre de buena educación devolverles el saludo con un manotazo en la máscara, jejeje... La del cenote 'Taj Mahal', a mi gusto, la mejor inmersión de mi pinche vida. Lástima (o menos mal) que al comenzar la inmersión ví que había una gota de agua dentro de la caja estanca, y tuvimos que dejar la cámara en superficie. Encontramos el agua más limpia que he visto jamás. Su transparencia y quietud eran tales que desde fuera era imposible determinar dónde terminaba nuestro medio respirable y comenzaba el líquido elemento: increíble. Los distintos ojos por los que íbamos pasando tenían por superficie espejos perfectos que nos devolvían unas imágenes del fondo de perspectiva inversa y belleza indescriptible.
Al regresar a la salida todos nos quedamos haciendo una eterna parada de seguridad, que realmente era una remolona parada de despedida. No queríamos irnos de allí... especialmente los que ya no volveríamos a sumergirnos en tierras Mexicanas.
Se siente una gran placidez fruto del entorno y del nitrógeno; hemos superado los 40 metros, y no podemos llevar nuestros relojes más allá de donde la prudencia aconseja, así que nos despedimos del negro escenario y comenzamos una planificada ascensión. Para no quedar cautivos entre las dos masas de agua, dulce y salada,inflamos un poco nuestros chalecos y atravesamos de nuevo el ácido, viendo al compañero desaparecer y luego emerger al otro lado como del mismísimo averno, de un mundo de oscuridad de nuevo a la vida. Seguimos ascendiendo, hasta encontrar a 14 metros de profundidad dos oquedades en la pared que conforman la entrada y salida de un tunel. Tal y como nos dijo Vicente en el briefing, entramos por la de la izquierda, y tras un recorrido de no más de 10 metros aparecemos por la otra en lo que parece un balcón surrealista: de la parte superior cuelga un árbol boca abajo, y al asomarnos vemos el fondo nebuloso y el montículo que emerge, como un espectro, de lo profundo. Continuamos ascendiendo lentamente, describiendo círculos junto a la pared del cenote. En mi ordenador tengo programado un factor de seguridad adicional, que me marca una deco de 14 minutos, y Sara, tras dejar a Maite en superficie, nos acompaña en la larga espera (¡gracias, guapa!).
Cuando estamos añadiendo la parada de seguridad, Vicente me pregunta si he visto las almejas. ¿Almejas en un cenote? Este tío flipa, y no hemos bajado tanto…. Vale, ya entiendo, eso que me señala no se parece tanto a una 'almeja' sino a un 'cocodrilo'... Ahora pillo la seña... Es impresionante ver un cocodrilo desde el agua (mas aún si esperabas ver una almeja), 1 metro sobre tu cabeza... Lástima que por miedo a inundación Linda no ha bajado la cámara, porque hubiera sido un punto hacerle una foto desde esa perspectiva. Aunque no era grande, sin duda algún día lo será, así que los que no hayáis estado en el 'Angelita' y estéis pensando en ir, daros prisa...
Desmontamos equipos un poco en silencio, asimilando todavía aquello que hemos visto, y encontramos las pastillas de plomo ennegrecidas, completamente atacadas por el ácido.
Camino de 'Taj Mahal' paramos en Tulum a comernos unos tacos buenísimos. Durante el briefing, tras lo sucedido el día anterior en el cenote 'Dos Ojos', Vicente nos explica que cuando te deslumbran es costumbre de buena educación devolverles el saludo con un manotazo en la máscara, jejeje... La del cenote 'Taj Mahal', a mi gusto, la mejor inmersión de mi pinche vida. Lástima (o menos mal) que al comenzar la inmersión ví que había una gota de agua dentro de la caja estanca, y tuvimos que dejar la cámara en superficie. Encontramos el agua más limpia que he visto jamás. Su transparencia y quietud eran tales que desde fuera era imposible determinar dónde terminaba nuestro medio respirable y comenzaba el líquido elemento: increíble. Los distintos ojos por los que íbamos pasando tenían por superficie espejos perfectos que nos devolvían unas imágenes del fondo de perspectiva inversa y belleza indescriptible.
Al regresar a la salida todos nos quedamos haciendo una eterna parada de seguridad, que realmente era una remolona parada de despedida. No queríamos irnos de allí... especialmente los que ya no volveríamos a sumergirnos en tierras Mexicanas.


6° día - PIEDRAS: Chichén-Itzá y Cobá
No todo en esta vida es bucear, y México tiene muchas otras cosas que conocer. Pepe nos ha facilitado el alquiler de un coche en Hertz (unos 340 pesos sin seguro, 950 con seguro a todo riesgo sin franquicia; Gasolina ida y vuelta 230 pesos), y junto con Juan (Tunelator en FOROBUCEO), Juana (su mujer) y Cristina (la prima), vamos a ver los restos arqueológicos de las ciudades Mayas de Chichén-Itzá y de Cobá.
Las carreteras son muy buenas, y los mejicanos conducen mejor que nosotros: son mucho más educados y corren menos. Sólo hay que saber dos cosas: los semáforos están ubicados después de los cruces, y las calles y carreteras mejicanas están ‘sembradas’ de topes (guardias tumbados) con los que hay que tener mucho cuidado y reducir la velocidad considerablemente (eso sí, están señalizados).
Se debe evitar ir en Domingo, pues la entrada es gratuita para mejicanos y está lleno de gente. Hay que llegar temprano para evitar masificaciones y calor. Nosotros salimos a las 5 a.m.
PLAYA – CHICHÉN ITZÁ:
Una opción (la que nosotros hemos hecho, y recomendamos, 2 horas y media de trayecto) es ir por la carretera federal hacia Tulum, justo al pasar la salida de las ruinas y antes de llegar a Tulum pueblo hay un cruce con semáforo, donde está indicado el Chichen-itza a la derecha. La carretera es de doble sentido, pero esta muy bien en su primer tramo. Se puede ir a 110 km/h sin ningun peligro. Se llega a una rotonda (recto para Chichén Itzá, derecha para visitar el santuario del mono araña, izquierda para las ruinas de Cobá). Se sigue recto por una carretera más estrecha y con algún que otro bache, y más tarde se desemboca en otra carretera, que hay que tomar a la izquierda. A la entrada a Valladolid obliga a girar a la derecha doblando una esquina. Nada mas doblar, a mano derecha, hay un "restaurante" amarillo donde desayunamos 3 tacos y jugo o café por 30 pesos/cabeza, y nos obsequiaron con un bocadillo de cerdo al horno troceado. La mejor comida de nuestra estancia en Méjico. Se atraviesa Valladolid y se sigue recto (sí, es muy fácil, pero yo me perdí). Pronto se llega a Chichen-itza. 10 pesos de parking y 95 pesos entrada. Guía 500 Pesos entre todos. Son unas 3 horas de visita, y hay que llevar agua pues dentro no hay. Las compras de recuerdos y artesanía son más baratas aquí, regateando.
Otra opción para ir a Chichén-Itzá es ir por autopista (2½ a 3 horas, 280 Km) y volver por Valladolid y Cobá. Para ello hay que salir de Playa del Carmen hacia el norte por la autopista. Tras 20-25 minutos se llega a Puerto Morelos, donde se debe repostar pues no habrá otra gasolinera hasta 200 kilómetros después. Seguir hacia Cancun otros 20 minutos hasta la salida de Mérida y Chichén Itzá, cogiendo la autopista de pago ('cuota'), que discurre por la selva. Tras 90 kilómetros se llega a la frontera entre los estados de Quintana Roo y Yucatán donde hay un peaje (145 pesos). Tras 105 km (a unos 50 Km hay una gasolinera) encontraremos otro peaje (40 pesos), y hay que tomar las indicaciones de Chichén Itzá / Pisté a la derecha. A 10 minutos está Pisté, un pueblecito junto a Chichén Itzá donde tomar un tentempié. Allí hay que ir hacia la izquierda, y luego a la dercha en la “Y” y hemos llegado.

Chichén-Itzá es una ciudad arqueológica maya cuyo nombre tiene raíz maya y significa 'en la orilla del pozo de los itzáes', pero también pudiera tener origen huasteco: Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Itzam' (Serpiente): 'Serpiente Emplumada'. Esta misma dualidad la encontramos en la deidad que preside la ciudad: Kukulcán, que es una reencarnación (por así decirlo) de Quetzalcóatl (Serpiente emplumada) deidad de la cultura que partió del panteón tolteca.
Se estima que Chichén-Itzá se construyó alrededor del año 435. Chichén Itzá inicia en torno al año 1.000 una etapa de poderío político que culmina con el primer Estado centralizado de la historia maya.
CHICHÉN - VALLADOLID
Al salir de las ruinas, tomamos la primera a la derecha hacia Valladolid. Si apetece un baño, tras 40 kilómetros se toma la salida a la derecha que indica Dzitnup. A los pocos minutos encontramos los cenotes X'keken a la izquierda, y Samula a la derecha. Si hace calor, merece la pena parar en el primero (X'keken) para darse un baño. Tras el chapuzón, volver de Nuevo la carretera, a la derecha, hacia Valladolid, y al rato hemos llegado a Valladolid. Tras dos gasolineras, llegamos en la calle 41, que nos lleva a la plaza principal (Zócalo) que encontramos a la izquierda, donde se puede aparcar. En la parte norte (a la izquierda según entramos por la 41) hay como un mercado cubierto con mesas y varios restaurantes, donde se puede comer. A nosotros no nos ha gustado (donde peor hemos comido en todo Méjico), hubiese sido mejor volver al restaurante amarillo. A unos cinco minutos andando desde la plaza está el cenote ‘Zací’. También se puede visitar la catedral, pero creo que en Valladolid no merece la pena parar excepto en el restaurante amarillo donde desayunamos en el viaje de ida.
VALLADOLID - COBÁ
Continuamos por la Calle 41. Tras 2 kilómetros encontramos un cartel 'Cancún libre', que ignoramos y seguimos recto durante 25 Km hasta una intersección tras la señal de KM186. Giramos a la derecha hacia Tulum. Después de 30 Km se llega a una redonda donde a la derecha indica 2 Km hasta Cobá, a la izquierda hacia Cancún (por aquí se va al santuario del mono araña), y recto hacia Tulum. Nosotros giramos a la derecha para visitar el conjunto arqueológico de Cobá.

El posible significado de Cobá podría ser "cob" significa "lo que tiene humedad o musgo" y "á" ó "há" que significa "agua", es decir "agua con musgo" o "humedad de agua", otra posibilidad que no se descarta es que signifique "agua turbia" por la proximidad a unos pequeños lagos con un color muy turbio.
En su apogeo tuvo una población de unos 50.000 habitantes y una extensión de ochenta kilómetros cuadrados. La mayor parte de la ciudad fue construida a mediados del período clásico de la civilización maya, entre los años 500 y 900 de nuestra era y poseía varios templos entre los cuales sobrevive la pirámide del Nohoch Mul de 42 metros de altura. La mayor parte de las inscripciones datan del siglo VII y numerosas evidencias indican que la construcción y reparación de los edificios continuó hasta el siglo XIV y muy probablemente hasta la llegada de los primeros conquistadores españoles.
COBÁ – PLAYA
Volvemos hasta la redonda y giramos a la derecha hacia Tulum. Tras 44 Km, se llega a una intersección con semáforo: recto a Playa Paraiso (muy recomendable), a la derecha Tulum, a la izquierda la zona arqueológica y Playa del Carmen (50 min). En un ratito ya estamos de vuelta en el hotel.
El día ha sido intenso, pues llevamos levantados desde las 4, pero mañana regresamos a España y no nos podemos ir sin probar las arracheras. Así vamos a devolver el coche de alquiler, y ya de paso, pasamos por el restaurante 'H.C.' en la calle 1 (un tanto solitaria) entre av. 20 y 25, a meternos un plato de ‘Arrachera nacional’ cada uno, muy ligerito para cenar... Se trata de un un plato por 100 pesos con un corte de carne de res tierno y jugoso, acompañado de papa o cebolla asadas, así como un pimiento jalapeño, tortillas, salsas y un refresco. Riquísimo.
Las carreteras son muy buenas, y los mejicanos conducen mejor que nosotros: son mucho más educados y corren menos. Sólo hay que saber dos cosas: los semáforos están ubicados después de los cruces, y las calles y carreteras mejicanas están ‘sembradas’ de topes (guardias tumbados) con los que hay que tener mucho cuidado y reducir la velocidad considerablemente (eso sí, están señalizados).
Se debe evitar ir en Domingo, pues la entrada es gratuita para mejicanos y está lleno de gente. Hay que llegar temprano para evitar masificaciones y calor. Nosotros salimos a las 5 a.m.
PLAYA – CHICHÉN ITZÁ:
Una opción (la que nosotros hemos hecho, y recomendamos, 2 horas y media de trayecto) es ir por la carretera federal hacia Tulum, justo al pasar la salida de las ruinas y antes de llegar a Tulum pueblo hay un cruce con semáforo, donde está indicado el Chichen-itza a la derecha. La carretera es de doble sentido, pero esta muy bien en su primer tramo. Se puede ir a 110 km/h sin ningun peligro. Se llega a una rotonda (recto para Chichén Itzá, derecha para visitar el santuario del mono araña, izquierda para las ruinas de Cobá). Se sigue recto por una carretera más estrecha y con algún que otro bache, y más tarde se desemboca en otra carretera, que hay que tomar a la izquierda. A la entrada a Valladolid obliga a girar a la derecha doblando una esquina. Nada mas doblar, a mano derecha, hay un "restaurante" amarillo donde desayunamos 3 tacos y jugo o café por 30 pesos/cabeza, y nos obsequiaron con un bocadillo de cerdo al horno troceado. La mejor comida de nuestra estancia en Méjico. Se atraviesa Valladolid y se sigue recto (sí, es muy fácil, pero yo me perdí). Pronto se llega a Chichen-itza. 10 pesos de parking y 95 pesos entrada. Guía 500 Pesos entre todos. Son unas 3 horas de visita, y hay que llevar agua pues dentro no hay. Las compras de recuerdos y artesanía son más baratas aquí, regateando.
Otra opción para ir a Chichén-Itzá es ir por autopista (2½ a 3 horas, 280 Km) y volver por Valladolid y Cobá. Para ello hay que salir de Playa del Carmen hacia el norte por la autopista. Tras 20-25 minutos se llega a Puerto Morelos, donde se debe repostar pues no habrá otra gasolinera hasta 200 kilómetros después. Seguir hacia Cancun otros 20 minutos hasta la salida de Mérida y Chichén Itzá, cogiendo la autopista de pago ('cuota'), que discurre por la selva. Tras 90 kilómetros se llega a la frontera entre los estados de Quintana Roo y Yucatán donde hay un peaje (145 pesos). Tras 105 km (a unos 50 Km hay una gasolinera) encontraremos otro peaje (40 pesos), y hay que tomar las indicaciones de Chichén Itzá / Pisté a la derecha. A 10 minutos está Pisté, un pueblecito junto a Chichén Itzá donde tomar un tentempié. Allí hay que ir hacia la izquierda, y luego a la dercha en la “Y” y hemos llegado.



Chichén-Itzá es una ciudad arqueológica maya cuyo nombre tiene raíz maya y significa 'en la orilla del pozo de los itzáes', pero también pudiera tener origen huasteco: Ch'iich'en (en estado/apariencia de pájaro), Itzam' (Serpiente): 'Serpiente Emplumada'. Esta misma dualidad la encontramos en la deidad que preside la ciudad: Kukulcán, que es una reencarnación (por así decirlo) de Quetzalcóatl (Serpiente emplumada) deidad de la cultura que partió del panteón tolteca.
Se estima que Chichén-Itzá se construyó alrededor del año 435. Chichén Itzá inicia en torno al año 1.000 una etapa de poderío político que culmina con el primer Estado centralizado de la historia maya.
CHICHÉN - VALLADOLID
Al salir de las ruinas, tomamos la primera a la derecha hacia Valladolid. Si apetece un baño, tras 40 kilómetros se toma la salida a la derecha que indica Dzitnup. A los pocos minutos encontramos los cenotes X'keken a la izquierda, y Samula a la derecha. Si hace calor, merece la pena parar en el primero (X'keken) para darse un baño. Tras el chapuzón, volver de Nuevo la carretera, a la derecha, hacia Valladolid, y al rato hemos llegado a Valladolid. Tras dos gasolineras, llegamos en la calle 41, que nos lleva a la plaza principal (Zócalo) que encontramos a la izquierda, donde se puede aparcar. En la parte norte (a la izquierda según entramos por la 41) hay como un mercado cubierto con mesas y varios restaurantes, donde se puede comer. A nosotros no nos ha gustado (donde peor hemos comido en todo Méjico), hubiese sido mejor volver al restaurante amarillo. A unos cinco minutos andando desde la plaza está el cenote ‘Zací’. También se puede visitar la catedral, pero creo que en Valladolid no merece la pena parar excepto en el restaurante amarillo donde desayunamos en el viaje de ida.
VALLADOLID - COBÁ
Continuamos por la Calle 41. Tras 2 kilómetros encontramos un cartel 'Cancún libre', que ignoramos y seguimos recto durante 25 Km hasta una intersección tras la señal de KM186. Giramos a la derecha hacia Tulum. Después de 30 Km se llega a una redonda donde a la derecha indica 2 Km hasta Cobá, a la izquierda hacia Cancún (por aquí se va al santuario del mono araña), y recto hacia Tulum. Nosotros giramos a la derecha para visitar el conjunto arqueológico de Cobá.

El posible significado de Cobá podría ser "cob" significa "lo que tiene humedad o musgo" y "á" ó "há" que significa "agua", es decir "agua con musgo" o "humedad de agua", otra posibilidad que no se descarta es que signifique "agua turbia" por la proximidad a unos pequeños lagos con un color muy turbio.
En su apogeo tuvo una población de unos 50.000 habitantes y una extensión de ochenta kilómetros cuadrados. La mayor parte de la ciudad fue construida a mediados del período clásico de la civilización maya, entre los años 500 y 900 de nuestra era y poseía varios templos entre los cuales sobrevive la pirámide del Nohoch Mul de 42 metros de altura. La mayor parte de las inscripciones datan del siglo VII y numerosas evidencias indican que la construcción y reparación de los edificios continuó hasta el siglo XIV y muy probablemente hasta la llegada de los primeros conquistadores españoles.
COBÁ – PLAYA
Volvemos hasta la redonda y giramos a la derecha hacia Tulum. Tras 44 Km, se llega a una intersección con semáforo: recto a Playa Paraiso (muy recomendable), a la derecha Tulum, a la izquierda la zona arqueológica y Playa del Carmen (50 min). En un ratito ya estamos de vuelta en el hotel.
El día ha sido intenso, pues llevamos levantados desde las 4, pero mañana regresamos a España y no nos podemos ir sin probar las arracheras. Así vamos a devolver el coche de alquiler, y ya de paso, pasamos por el restaurante 'H.C.' en la calle 1 (un tanto solitaria) entre av. 20 y 25, a meternos un plato de ‘Arrachera nacional’ cada uno, muy ligerito para cenar... Se trata de un un plato por 100 pesos con un corte de carne de res tierno y jugoso, acompañado de papa o cebolla asadas, así como un pimiento jalapeño, tortillas, salsas y un refresco. Riquísimo.
martes, 18 de marzo de 2008
4º día: Cozumel
La mar está terrible, con un levantazo de impresión, pero dice Vicente que en Cozumel estaremos a resguardo. Hoy vamos con él, y tras la dura travesía en ferry (hoy, por fin, amortizo la biodramina) llegamos a Cozumel y nos dirigimos en taxi a un puerto al sur de la isla, donde compramos unos bocadillos de pollo para más tarde, y embarcamos en un barco acondicionado para el buceo. Montamos equipos y partimos hacia el 'Arrecife de Santa Rosa' (pared de arrecife que cae a 400 m), donde tuvimos el gusto de conocer a la madre de todas las barracudas.

Cuando nos queda poco aire, Vicente le cuelga a Linda un tanque adicional, y extendemos la inmersión un buen rato más. Al salir, mientras hacemos tiempo fondeados, damos cuenta del bocata y especulamos sobre el tamaño de aquella barracuda:
- "¿Sólo 2 metros? ¡Venga ya!".
Tras una hora de intervalo de superficie nos sumergimos en 'El Paso del Cedral', donde tenemos un grato encuentro con un tiburón gata (nodriza). Lino es todo un sabueso...

Regresamos al punto donde nos dejó el ferry, y en la esquina sureste de la plaza nos sentamos en una terraza para comernos tacos, y totopos con guacamole, con cervezas (la más barata de la Rivera Maya, Vicente dixit) servidas en balde de hielo... ¡qué delicia!. Regresamos a Playa con el mar ya más calmado, y volvemos andando al hotel, por gusto de disfrutar del camino: el muelle del ferry se encuentra al sur de Playa, pegado a la urbanización Playacar, donde se encuentran nuestros hoteles.



Cuando nos queda poco aire, Vicente le cuelga a Linda un tanque adicional, y extendemos la inmersión un buen rato más. Al salir, mientras hacemos tiempo fondeados, damos cuenta del bocata y especulamos sobre el tamaño de aquella barracuda:
- "¿Sólo 2 metros? ¡Venga ya!".
Tras una hora de intervalo de superficie nos sumergimos en 'El Paso del Cedral', donde tenemos un grato encuentro con un tiburón gata (nodriza). Lino es todo un sabueso...



Regresamos al punto donde nos dejó el ferry, y en la esquina sureste de la plaza nos sentamos en una terraza para comernos tacos, y totopos con guacamole, con cervezas (la más barata de la Rivera Maya, Vicente dixit) servidas en balde de hielo... ¡qué delicia!. Regresamos a Playa con el mar ya más calmado, y volvemos andando al hotel, por gusto de disfrutar del camino: el muelle del ferry se encuentra al sur de Playa, pegado a la urbanización Playacar, donde se encuentran nuestros hoteles.
lunes, 17 de marzo de 2008
3er día: Dos Ojos
Hoy no me pasa. Antes de salir del hotel me tomo mi biodramina, que no estoy dispuesto a volver a pasar por lo de ayer, y al llegar al centro, me tomo la segunda dosis, no hay que arriesgar…. Entonces alguien anuncia: “Iremos al cenote 'Dos Ojos'”.

La primera inmersión es más 'cuevera', con pasos no tan amplios y salas oscuras, mientras que la segunda (Bat Cave) es más de luces y contraluces, recorriendo los distintos ojos. ¡Dios mío, qué contraluces! Especialmente al regreso desde 'Bat Cave' hacia la boca del cenote donde comenzamos.

Hay mucha gente, y en algunas zonas el agua tiene algunas partículas en suspensión. Bajo el agua nos cruzamos con muchos capullos de los que lo remueven todo y te enchufan su luz en los morros (recuerdos a sus señoritas madres). Eso sí, el octopus lo llevan bien recogido para no arrastrarlo por el fondo (observad estos dos indivíduos)... ¡capullos!

Hoy no me he mareado… ¿gracias a la biodramina?

La primera inmersión es más 'cuevera', con pasos no tan amplios y salas oscuras, mientras que la segunda (Bat Cave) es más de luces y contraluces, recorriendo los distintos ojos. ¡Dios mío, qué contraluces! Especialmente al regreso desde 'Bat Cave' hacia la boca del cenote donde comenzamos.



Hay mucha gente, y en algunas zonas el agua tiene algunas partículas en suspensión. Bajo el agua nos cruzamos con muchos capullos de los que lo remueven todo y te enchufan su luz en los morros (recuerdos a sus señoritas madres). Eso sí, el octopus lo llevan bien recogido para no arrastrarlo por el fondo (observad estos dos indivíduos)... ¡capullos!


Hoy no me he mareado… ¿gracias a la biodramina?
domingo, 16 de marzo de 2008
2° día: Tortugas y Barracuda
Nos recogen a las 7:50 y acudimos al Centro, donde conocemos a Marisa y Lino (madre e hijo, dos buzos madrileños encantadores), y a la forera Esther28 y su novio de Calahorra. La mar ha mejorado un poco y unos vamos a la playa mientras otros van a Cozumel. Cargamos los equipos en el remolque, y subimos al vehículo no sin antes ser advertidos por Pepe del cuidado extremo que debíamos de tener con la limpieza del mismo. Dos cuadras al sur descargamos todo en la playa, donde nos espera Chatarras en la embarcación.

Ponemos rumbo sur y nos dirigimos al primer punto de inmersión: 'Tortugas' (imaginad el por qué del nombre). La visibilidad no es buena y la corriente suave, y a menor corriente menos tortugas. Aún así, nos aburrimos de verlas, como una decena, ¡qué maravilla! ¡Y se dejan fotografiar desde cualquier distancia!

Tras la inmersión desembarcamos en la playa para hacer tiempo hasta el segundo buceo. Menos mal, porque ando algo mareado, pero pronto se me olvidan todos mis males... ¡menuda playa! Paradisíaca, con su arena blanca de origen coralino, sus rocas, sus palmeras, su selva, y mi mujer...

La segunda inmersión es 'Barracuda', donde la visibilidad es peor. Vemos grandes bancos de pargos, rubias y cochinillas, algunos nudibranquios, un pez trompeta, ... Vaya, bastante vida.

Aunque hace dos semanas que se fueron los tibus, de regreso en la barca Chatarras divisa uno ahí abajo, y allá se lanza Pepe en su persecución, con el tanque bajo el brazo. Tras 15 minutos de tensa espera asoma la cabeza y anuncia: "Ni cochinillas, Chatarritas. Ni cochinillas". Otra vez será. Desembarcamos en la playa de la que partimos con gran alegría por mi parte, porque el mareo era ya terrible y la biodramina está a buen recaudo en el hotel, para que no se gaste, y de regreso al Centro (con mucho cuidado de no meter arena en el coche) encargamos la comida en 'El Pirata'. Mientras descargamos y nos duchamos, Pepe endulza los equipos de todos de la misma manera que a mí me gusta la carne: vuelta y vuelta. Total, ¡mañana los volveríamos a ensuciar! La comida en 'El Pirata' consiste en un mero frito para cada uno, totopos, guacamole, cervecita bien fría.... ¡Espectacular!

Luego nos lleva Pepe a una heladería cercana a rematar la tarde, entre helados, historias y risas. Muy buena forma de terminar una jornada de buceo: entre amigos.

Ponemos rumbo sur y nos dirigimos al primer punto de inmersión: 'Tortugas' (imaginad el por qué del nombre). La visibilidad no es buena y la corriente suave, y a menor corriente menos tortugas. Aún así, nos aburrimos de verlas, como una decena, ¡qué maravilla! ¡Y se dejan fotografiar desde cualquier distancia!

Tras la inmersión desembarcamos en la playa para hacer tiempo hasta el segundo buceo. Menos mal, porque ando algo mareado, pero pronto se me olvidan todos mis males... ¡menuda playa! Paradisíaca, con su arena blanca de origen coralino, sus rocas, sus palmeras, su selva, y mi mujer...

La segunda inmersión es 'Barracuda', donde la visibilidad es peor. Vemos grandes bancos de pargos, rubias y cochinillas, algunos nudibranquios, un pez trompeta, ... Vaya, bastante vida.




Aunque hace dos semanas que se fueron los tibus, de regreso en la barca Chatarras divisa uno ahí abajo, y allá se lanza Pepe en su persecución, con el tanque bajo el brazo. Tras 15 minutos de tensa espera asoma la cabeza y anuncia: "Ni cochinillas, Chatarritas. Ni cochinillas". Otra vez será. Desembarcamos en la playa de la que partimos con gran alegría por mi parte, porque el mareo era ya terrible y la biodramina está a buen recaudo en el hotel, para que no se gaste, y de regreso al Centro (con mucho cuidado de no meter arena en el coche) encargamos la comida en 'El Pirata'. Mientras descargamos y nos duchamos, Pepe endulza los equipos de todos de la misma manera que a mí me gusta la carne: vuelta y vuelta. Total, ¡mañana los volveríamos a ensuciar! La comida en 'El Pirata' consiste en un mero frito para cada uno, totopos, guacamole, cervecita bien fría.... ¡Espectacular!

Luego nos lleva Pepe a una heladería cercana a rematar la tarde, entre helados, historias y risas. Muy buena forma de terminar una jornada de buceo: entre amigos.
sábado, 15 de marzo de 2008
1er día: Chac-Mool
Tal y como acordamos por correo electrónico, a las 7:50 a.m. muy puntual pasa Pepe Esteban a recogernos al hotel. Todavía no lo conocemos, pero la bienvenida consiste en un cálido abrazo que más parece un reencuentro, y no necesitamos más de dos minutos para desarrollar esa complicidad que nos hace sentirnos como en nuestra casa. Pepe es de esa clase de personas con las que uno le gustaría tropezarse cada mañana para contagiarse de su vitalidad y optimismo. Tras recoger a otros buzos (entre ellos a la forera MOON), llegamos al 'Playa Dive Center' donde conocemos al resto del staff: Vicente Fito (el socio mallorquí de Pepe), y al 'pinche Beto' (primo de Pepe y colaborador en el centro). También está Tere colaborando, y aprendiendo para su título de dive master. La mar está brava, así que toca hacer 'check dive' en cenotes: doble inmersión en el cenote 'Chac-Mool'.

El brieffing es extenso y minucioso, pues casi todos somos vírgenes en estas lides: Vicente nos explica la diferencia entre el buceo en cuevas y en cavernas, las líneas, la técnica del aleteo para no levantar sedimento, la regla de los tercios que sin ser necesaria aplicaremos como medida extra de seguridad, la forma de usar las linternas y de hacer las señales, cómo navegar al encontrar haloclinas, etc. Realizamos el control de lastre y, en grupos de 4 más guía, comenzamos la inmersión, y ¡menuda manera de empezar!.... Encontramos grandes salas, estalagmitas, estalactitas, y una increíble visibilidad que hace dudar de la presencia de agua; pero lo que más me impresiona es ese maravilloso azul de los contraluces que se observan al volver de las partes más oscuras del recorrido hacia la claridad de las bocas de los cenotes.

Es un buceo cómodo, relajado y sin complicaciones, donde lo único que juega en tu contra es tu propia mente, si tienes aprensión a los espacios cerrados. Un buceo que te llena de tranquilidad y serenidad; sólo el sonido de tus burbujas, sólo la contundente longevidad de una piedra moldeada por el agua y el tiempo, donde lo único animado es la luz y la sombra, que juegan a perseguirse tras cada movimiento de tu foco.
Tras las inmersiones, Pepe propone parar en el camino de vuelta en una pizzería que él conoce, pero algunos prefieren regresar al hotel, así que los llevamos, descargamos los trastos en el Centro, y nos lleva a un sitio alternativo en Playa al borde de la carretera: ‘La Floresta’, donde probamos los mejores tacos de marlin (swordfish, pez espada o emperador) y camarones... Comemos muy bien y pasamos un rato muy agradable, en buena compañía. Este Pepe, si como buzo es un crack, como anfitrión y como persona no tiene parangón (muchas gracias por tu desempeño, dentro y fuera del agua, dentro y fuera del trabajo). Después de la charla de sobremesa nos lleva al hotel a eso de las 6:30 y, debido al cansancio y a la diferencia horaria, nos pegamos una siesta de la que no despertaríamos hasta la mañana siguiente.

El brieffing es extenso y minucioso, pues casi todos somos vírgenes en estas lides: Vicente nos explica la diferencia entre el buceo en cuevas y en cavernas, las líneas, la técnica del aleteo para no levantar sedimento, la regla de los tercios que sin ser necesaria aplicaremos como medida extra de seguridad, la forma de usar las linternas y de hacer las señales, cómo navegar al encontrar haloclinas, etc. Realizamos el control de lastre y, en grupos de 4 más guía, comenzamos la inmersión, y ¡menuda manera de empezar!.... Encontramos grandes salas, estalagmitas, estalactitas, y una increíble visibilidad que hace dudar de la presencia de agua; pero lo que más me impresiona es ese maravilloso azul de los contraluces que se observan al volver de las partes más oscuras del recorrido hacia la claridad de las bocas de los cenotes.



Es un buceo cómodo, relajado y sin complicaciones, donde lo único que juega en tu contra es tu propia mente, si tienes aprensión a los espacios cerrados. Un buceo que te llena de tranquilidad y serenidad; sólo el sonido de tus burbujas, sólo la contundente longevidad de una piedra moldeada por el agua y el tiempo, donde lo único animado es la luz y la sombra, que juegan a perseguirse tras cada movimiento de tu foco.
Tras las inmersiones, Pepe propone parar en el camino de vuelta en una pizzería que él conoce, pero algunos prefieren regresar al hotel, así que los llevamos, descargamos los trastos en el Centro, y nos lleva a un sitio alternativo en Playa al borde de la carretera: ‘La Floresta’, donde probamos los mejores tacos de marlin (swordfish, pez espada o emperador) y camarones... Comemos muy bien y pasamos un rato muy agradable, en buena compañía. Este Pepe, si como buzo es un crack, como anfitrión y como persona no tiene parangón (muchas gracias por tu desempeño, dentro y fuera del agua, dentro y fuera del trabajo). Después de la charla de sobremesa nos lleva al hotel a eso de las 6:30 y, debido al cansancio y a la diferencia horaria, nos pegamos una siesta de la que no despertaríamos hasta la mañana siguiente.
lunes, 10 de marzo de 2008
Buceo en Playa del Carmen, México
A partir de hoy voy a contar el viaje que haremos mi mujer y yo en Semana Santa, del 14 al 22 de marzo de 2008, a Playa del Carmen (México), para buear en Cenotes y en el Caribe. Contaré nuestras vivencias y mis impresiones, e incluso me permitiré dar algunos consejos para futuros viajeros. Me han sido de gran utilidad las crónicas y consejos que he leido en FOROBUCEO para organizar el viaje, y con el ánimo de ‘devolver’ lo que tomé, escribo esta crónica para que pueda serle útil a quien tenga pensado viajar a Playa del Carmen, y para hacer recordar los momentos allí vividos a otros que ya pasaron por allí.
Hemos contratado un paquete todo inluido a la agencia Dominicana Tours, y el buceo lo hemos buscado por nuestra cuenta.
Serán 6 días (mas el de regreso), de los cuales dejaremos uno para ver piedras (Chichén-Itzá y Cobá) y los otros 5 para bucear de la mano de dos grandes profesionales: Pepe Esteban y Vicente Fito, del Playa Dive Center.
Hemos contratado un paquete todo inluido a la agencia Dominicana Tours, y el buceo lo hemos buscado por nuestra cuenta.
Serán 6 días (mas el de regreso), de los cuales dejaremos uno para ver piedras (Chichén-Itzá y Cobá) y los otros 5 para bucear de la mano de dos grandes profesionales: Pepe Esteban y Vicente Fito, del Playa Dive Center.
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