
La primera inmersión es más 'cuevera', con pasos no tan amplios y salas oscuras, mientras que la segunda (Bat Cave) es más de luces y contraluces, recorriendo los distintos ojos. ¡Dios mío, qué contraluces! Especialmente al regreso desde 'Bat Cave' hacia la boca del cenote donde comenzamos.



Hay mucha gente, y en algunas zonas el agua tiene algunas partículas en suspensión. Bajo el agua nos cruzamos con muchos capullos de los que lo remueven todo y te enchufan su luz en los morros (recuerdos a sus señoritas madres). Eso sí, el octopus lo llevan bien recogido para no arrastrarlo por el fondo (observad estos dos indivíduos)... ¡capullos!


Hoy no me he mareado… ¿gracias a la biodramina?
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